La gran olvidada de la Generación del 27: Luisa Carnés
Exploremos la figura de Luisa Carnés, escritora nacida en el barrio de Las Letras de Madrid y que supone uno de los ejemplos más claros de invisibilización de la mujer. La Generación del 27 es ampliamente conocida por ser un conjunto de escritores, escritoras y poetas españoles del siglo XX que se hicieron muy conocid@s en esta época con motivo del homenaje realizado a Luis de Góngora, por el tercer centenario de su muerte.
Y es que nombres como Federico García Lorca, Pedro Salinas, Luis Cernuda, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre o Gerardo Diego seguramente nos suenen familiares, sin embargo, muy pocos sabrían situar a Luisa Carnés dentro de esta prolífica generación de autores, a pesar de su valiosa obra.
Nacida el 3 de enero de 1905 en la calle Lope de Vega de Madrid. Su padre era barbero y su madre sastra. A la temprana edad de 11 años abandonó la escuela para ser aprendiz en la sombrerería de su tía, en la calle Moratín y mientras trabajaba de día, Luisa comenzó a escribir sus primeros relatos por las noches.
Las difíciles condiciones de trabajo vividas en el taller fueron reflejadas en su novela Natacha (1930), su segunda publicación, después de Peregrinos del calvario (1928), una colección de tres relatos, que con influencias de Dostoyevski y a caballo de la novela popular y el folletín fue notablemente recibida por su fuerza y madurez narrativa. Un comienzo muy prometedor que pondría las bases para la que sería una de las figuras más destacadas de la cultura española de los años 30 y que ejemplificaban con precisión la narrativa social de preguerra.
Poco después, Luisa comenzó a trabajar en un salón de té como camarera y, fruto de sus experiencias, nació su gran obra maestra Tea rooms: Mujeres obreras. Una novela con un marcado carácter social y que presenta una crónica centradas en las experiencias reales de las mujeres de la época, entre ellas la suya propia como trabajadora del salón. Ambientada en el Madrid de 1930, tiempos de grandes transformaciones y contrastes, Tea rooms fue recibida de forma extraordinaria por la crítica, una novela que destacaba por su carácter innovador y su fuerza en la narración.
Una figura de la relevancia de Luisa Carnés, cuya obra de marcado carácter autodidacta, se ha convertido en obra de teatro e incluso hoy en día está de plena actualidad, pues actualmente se emite una serie de televisión basada en su obra Tea Rooms, no merece caer en el olvido. Un caso más en el que se invisibiliza a una mujer con un legado enorme como escritora y periodista.
Su carrera se vio marcada de forma dramática por la Guerra Civil, viéndose obligada al exilio a México donde murió en un trágico accidente en 1964, momento en el cual su obra literaria fue injustamente olvidada. Cierto es, que en los últimos años se ha recuperado en cierto modo su legado pero sigue sin hacer justicia a una mujer tan relevante.
Si hay algo en lo que destacó Luisa Carnés, además de en su calidad literaria, fue su certera descripción de la desigualdad entre hombres y mujeres, entre pobres y ricos... Una crónica que relata "a pie de calle" la lucha de las mujeres por el ascenso en la sociedad de los años 30, mujeres que luchan por la igualdad.
Hoy Luisa Carnés es menos invisible que ayer. Pero el esfuerzo deberá seguir hasta que su trabajo sea tan reconocido como el del resto de autor@s de la Generación del 27 en los medios de comunicación, en los libros de texto, etc.
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